He rescatado alguna carta que envié en su día a mi familia, y con alguna modificación, mezclando realidad y ficción, tirando de tópicos e intentando reflejar la situación de muchos emigrantes, he creado estas tres cartas con distinta fecha. En ellas se muestra el transcurso de un español en Londres, que va contando a la familia sus andanzas por la capital de UK. He intentado poner un toque de humor, partiendo de la idea de las famosas «Cartas de un erasmus en Helsinki».
Si no te apetece leer, lo tienes en vídeo más arriba. Y ya sabes, si te sientes identificad@ ¡comparte! Ahí va:
15 de septiembre
Querida familia, como sabréis hace una semana que llegué a Londres. La verdad es que estoy muy contento, me siento como si estuviese en una película: Los taxis negros, las cabinas telefónicas rojas, la niebla, los increíbles autobuses de dos pisos, el big ben, el underground, un montón de parques y zonas verdes… Está todo tan bonito. Eso sí, aquí llueve bastante, pero me he comprado un paraguas gigante ¡parece una sombrilla!
Ahora mismo estoy viviendo en un hostel. Es muy divertido porque tiene zonas comunes como el salón o la cocina, en las que se conoce a un montón de gente de todas partes del mundo. Así también aprendo inglés, que me hace falta… Lo único es que como el dinero no me daba para más, me toca compartir habitación con otras personas que no conozco de nada. De todos modos me he hecho muy amigo de Edu, un malagueño que también ha venido a buscar trabajo, y ya estamos buscando casa. Me imagino la típica casita victoriana, con su jardín, suelos de moqueta… ¡pronto llegará!
En cuanto al trabajo, bueno, ya sabéis que vengo a buscar trabajo de cualquier cosa, ¡mejor eso que estar en el paro! ¿No? Ya buscaré de lo mío más adelante. Aquí hay un montón de trabajo, y me han dicho que en una semana o dos se encuentra algo. Esta semana ha sido un poco locura, la he dedicado a conseguir un número de teléfono, sacarme el número de la seguridad social, abrirme la cuenta de banco, y toda esa burocracia. ¡Se podría decir que estoy echo todo un Britsh! Ahora sólo falta que me cojan en algún sitio de tantos en los que he echado curriculum. ¡Qué ganas tengo!
Acaba de salir un poco el sol, voy a ver si doy una vuelta por Hyde Park para disfrutarlo. Un fuerte abrazo. Volveré a escribir.
27 de diciembre
¡Famila! ¿Qué tal por aquellas tierras soleadas? ¿Qué tal el jamón, el cocido, la paella y las aceitunas? En mi mente ya se va degradando su recuerdo… La verdad que lo hecho de menos. Igual que el Sol, de hecho ahora mismo estoy viendo llover por la ventana.
Mi nueva vida poco a poco… avanzando lentamente, pero avanzando. Mi etapa homeless terminó finalmente al momento en que me mude a una casa, no es con la que soñaba, pero al menos ya no tengo que vivir en el hostal. No quería rodearme de españoles, más que nada por aprender inglés, al final he acabado compartiendo habitación con un malagueño, y en la de al lado tenemos a una pareja de menorquines, que junto con mi compañero de trabajo alicantino se han convertido en mi familia Londinense. El otro día tuvimos cena de Navidad. Os eché de menos.
En la casa también vive una portuguesa, un irlandés, otra tía que aún no se de dónde es y un húngaro, (en realidad no sé si es húngaro o es que siempre tiene hambre). Además ahora hemos acogido a una chica española que trabajaba de Au pair, pero su familia la dejó tirada en la calle de un día para otro, y pidió ayuda en un grupo de Facebook de españoles en Londres. Cambemos tantos en la casa entre otras cosas porque no tiene salón, ya que en él han hecho habitaciones, y porque en un armario han construido una ducha… Ya ves tú…
Respecto al trabajo, estoy con una agencia de trabajo temporal, así que no tengo nada fijo, pero algo es algo. Unas veces me mandan de “kitchen porter”, otras de “house keeper” y otras de “commis waiter”. Como no gano mucho, el alquiler de la casa es tan caro, y el transporte público también, me he tenido que comprar una bici. Así voy al trabajo pedaleando, no gasto dinero y hago deporte.
Por cierto, en el jardín vemos muchas veces un zorro, pensamos que vive ahí. Nunca había visto uno, pero en Londres hay muchísimos, ¡son preciosos!
Bueno, ya os contaré si han mejorado un poco las cosas.
Un saludo.
8 de abril
Esto es una mierda. Estoy hasta los cojones de este sitio. ¿Quién coño me mando venir a este país de mierda? Todo es carísimo, la comida es un asco, no se ve el Sol. No, no es que no se vea el sol, es que está lloviendo todo el puto día. Te levantas y está lloviendo, vas al trabajo y está lloviendo, vuelves a casa, ¿y sabéis que? Está lloviendo… No me extraña que cuando los guiris van a España se pongan como cangrejos, aquí da tan poco la luz que voy a acabar como Casper.
La casa da puto asco, salí del hostal para meterme en un sitio peor. Somos tantos que ni cabemos, toca hacer cola para el baño y la puta moqueta es la mayor guarrada que existe, cualquier día se traga una persona entera. ¿Os acordáis que os dije que habían convertido el salón en una habitación? Pues las paredes son tan finas que mientras estoy comiendo en la cocina se oye todo, y con todo me refiero a TODO. La española que acogimos, es una geta, aún no se ha ido y estamos durmiendo tres personas en la habitación.
Lo del trabajo es ridículo, no soy ni “kitchen porter”, ni “house keeper”, ni “commis chef”. Soy un puto fregaplatos, una puta limpiadora, y un puto ayudante de camarero pringado, eso es lo que soy. Y todo por no saber inglés, claro, como voy a aprender inglés, ¡si lo único que hay en Londres son Españoles!
Cuando estoy de ayudante de camarero me paso las horas subiendo y bajando escaleras con los platos a cuestas, ¿pero porque cojones no sabrán lo que es un montacargas? De limpiadora una vez me tocó recoger una mierda de una bañera, ¡no es coña! Solo me falta la cofia y el delantal… Y de friegaplatos… paso tantas horas empapado que cualquier día me van a salir escamas… Claro, cuando termino me seco un poco, ¿pero qué más da? ¡Si voy a salir y va a estar lloviendo!
Y los zorros, los zorros son como un gato con mala hostia pero de 15kg, que el otro día dejé un momento las bolsas de la compra en el jardín mientras abría la puerta y me destrozaron todo, al final me quede sin cenar.
¡No aguanto más! ¡No aguanto más!, estoy pensando en volverme, pero me faltan tantas cosas por ver, si es que como no tengo un duro no he hecho casi nada para disfrutar la ciudad… Mi vida es trabajar, comer, hablar español, beber pintas de cerveza y dormir. Y las pocas veces que he bajado al centro de la ciudad, habiéndome gastado una pasta en el underground, luego no se podía ni andar por las calles ¿sabéis porque? Porque estaban llenas de turistas ¿sabéis de dónde? De España, ¿y sabéis como casi me sacan un ojo? Con un paraguas, obviamente.